Dependo de vos
como del aire que respiro,
para acallar las voces,
para encontrar la paz.
¿Dónde estuviste todo este tiempo?
Treinta años de sufrimiento
para que en un solo trago
me encuentre con mi verdadero yo.
Y tu gusto amargo en mis labios,
un bálsamo que cura
todas las penas y el dolor.
Y de repente,
nada es tan importante como ayer
y mañana todo puede ser mejor.
Ya no quiero comerme viva.
La carne no tiene el mismo sabor,
porque ahora todo sabe a vos.
¿Y por qué querría comer lo que amo?
Destrozar con mis dientes
la ternura de tu piel.
Si te gustó este post, considera invitarle un cafecito al escritor
Comprar un cafecitoRecomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión