En la mayoría de las ciudades de Argentina, todos pagamos un impuesto llamado ABL (alumbrado, barrido y limpieza) que si bien en algunos lugares lleva otro nombre, en esencia es lo mismo, pagamos un aporte para mantener limpias las calles.
Ahora supongamos que de repente un día ya no pasan los camiones de basura, ya no hay trabajadores encargados de limpiar las calles ni siquiera hay las luminarias se encienden por la noche, se ha eliminado por completo el servicio, además nos encontramos de forma muy desagradable que seguimos pagando el ABL, por lo que le damos al gobierno fondos para que realice una tarea que no se está llevando a cabo. Nuestra primera pregunta será ¿qué están haciendo con esa plata?
Así está funcionando el INCAA, el organismo todos los meses recibe fondos pero no esta apoyando ningún proyecto cinematográfico, pero esto no supone un ahorro para cuidar las cuentas públicas, ya que estamos hablando de un ente autárquico que se financia de dos maneras:
A través del 10% de la venta de entradas de cine, por lo cual, cada vez que vamos al cine, ese porcentaje va destinado a apoyar nuestra industria.
a través del ENACOM que le cobra a los canales de televisión en concepto de derechos de explotación de la frecuencia televisiva, de estos derechos, el INCAA se lleva el 50%.
Estos fondos están resguardados por la ley de cine sancionada en 1994, que buscaba promover un cine propio que estaba en peligro de desaparecer.
Con los años surgieron voces disidentes al INCAA por la forma en que era manejado, más allá de quien pensemos que tiene razón, estas discusiones se daban para ir hacía una mejor producción de cine nacional. Hoy en día, tanto los que creen que el organismo se maneja de buena manera como los disidentes, están alineados en una crítica al desempeño del gobierno nacional en esta área.
Los únicos comunicados que el gobierno ha dado sobre el tema fueron siempre de ajustes, recortados “privilegios” y despidiendo empleados. Además de informar que al asumir había un déficit de cuatro millones de dólares, más o menos un año después comunicaron con mucho éxito que revirtieron un déficit de ocho millones de dólares. ¿ de cuanto fue realmente el déficit? Es imposible saberlo en la misma contradicción del gobierno, lo que sí es seguro, es que ninguno de los montos justifica paralizar la producción por casi dos años, teniendo en cuenta que el organismo recibe fondos y solo gasta en funcionamiento operativo, que además según el mismo gobierno, se redujo.
No utilizar los fondos para apoyar proyectos cinematográficos es incumplir la ley. Redireccionar los fondos a otras áreas debe ser requiere que se modifique la ley en el congreso. Que los fondos queden resguardados para no ser usados es paralizar a un sector, que además necesita los fondos para terminar proyectos empezados en años anteriores.
Aún siendo bien pensados, el gobierno está haciendo las cosas mal, ni hablar que las sospechas de corrupción son cada días más grandes.
Hoy, el INCAA no se encuentra en agenda por otras sospechas de corrupción, el dólar, el posible salvataje de Estados Unidos, entre otras cosas. Pero quiero dejar algo en claro, el gobierno no está haciendo las cosas como se deben en el INCAA y posiblemente en un futuro tenga que dar explicaciones por esto, incluso si sos votante de la libertad avanza, creo que debes reclamarle que den una respuesta a la sociedad, están a tiempo de reorientar el rumbo y hacer lo que es correcto.
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