Tal vez te encuentro en el concepto de una canción que habla del dolor y no entiendo la letra porque mi lengua materna es el español. Imagino tu voz a lo lejos en una grabación de celular que le muestras a una chica que te busca por todos lados y cuando por fin te tiene en frente no sabe qué hacer. Trata con todas sus fuerzas de atrapar la memoria de la última persona que tuvo su corazón, mas te pierdes entre la distancia y la sobrecarga de estímulos. Entonces, deja de buscarte e intenta perderse para volver a encontrarte un día en el que cree que ya te tiene mapeado en una cajita celeste y que solo apareces unas... ¿cuatro veces al mes?
Lo suficiente para herir la fantasía de que aún piensas en ella porque ella aún piensa en ti, aunque con menos fuerza y más compostura que la primera vez. Aún te escribe y escribe sobre ti, y el juramento maldito hacia los desencuentros se va escabullendo en la rutina de alguien que nunca fue parte de tu vida. No obstante, sin querer te encuentra en el concepto de una canción que habla del dolor. No entiende la letra porque su lengua materna es el español e imagina tu voz a lo lejos cantando en una grabación de celular de la última vez que intentó que la encuentres cuando se rindió ante la imposibilidad de no volver a buscarte porque ¿quiénes somos nosotros para oponernos a lo que el corazón quiere?
Ni las cajitas celestes, ni la intermitencia de tus apariciones, las citas llamadas amistad, las amigas sin nombre o los estímulos apilados rompiendo la psique de un cuerpo cansado con un corazón que no se rinde ni en el filo de la muerte, ni a la altura de un puente. Porque siempre te encuentra en canciones y tiene que decidir si renuncia a lo único que la mantiene con vida para no recordarte nunca más o si aprende a sobrevivir con tu presencia espectral y latente detrás de todo lo que escucha. E imagino tu dolor en mi dolor en el concepto de la canción que acabo de escuchar y los caminos que podría recorrer para acercarme un poquito más a todo lo que no conozco de ti y huí antes que pudieras si quiera decirme qué sientes. Pero no sé hablar, así que decido escribir sobre la chica que te espera y te encuentra aunque no quiera <<sí quiero>> en los lugares que no son cuadrados ni pequeños ni celestes, no encuentro tus tatuajes o tus lentes, no tienen tu rostro o tu forma de escribir y solo eres un concepto detrás del concepto de una canción y lo seguirás siendo porque no dejé que te acercaras más para confiarme qué eres más allá del dolor y que conozcas quién soy detrás de la que escribe.
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