La belleza de lo simple: El mundo es más extraordinario de lo que pensabas

Era un sábado cualquiera de esos que salíamos a pasear y jugar. Usualmente mis paseos con él implican conectar con la vida real, intentando quitar los dispositivos del medio.

Trabajando en redes sociales, a menudo registro, edito y comparto historias ajenas, es dificil desconectar. Conscientemente, entonces, elijo mirar hacia adentro, hacia nosotros. Una vez el parque, jugando, tuve un impulso de registrar brevemente ese momento. Como es habitual.

Pienso en un instante que puede detenerse, aunque sea por un minuto. Pienso en atrapar el momento para recordar esa alegría. Pienso en él y en su disfrute. Pienso en que un día él quiera volver a su infancia.

Esa misma noche, él ya dormía.

Es parte de mí, a veces, hacer una pausa para mirar con otros ojos. Esta vez, ese registro del día.

Un video. Simple y corto. Mi niño jugando. La inocencia divirtiéndose. La emoción inmersa en el juego. La risa, brotando.

Es parte de mí, también, combinar la vida cotidiana con mis momentos de creatividad. Asociar el registro, el momento, la música. Una idea. Tal vez a la escritura.

Entonces, escribí.

"Imaginate que de repente un día, en el medio del ritmo de la rutina, decidís hacer una pausa y mirar la vida cotidiana con otros ojos solo para darte cuenta de que lo habitual es en realidad inmenso y extraordinario.

Desde el primer día solo somos vos y yo, aprendiendo a ser, a cuidarnos, a construir nuestro propio mundo con amor infinito.

No hay planes. No hay guiones. No hay una receta.

Solo mirar. Solo sentir, solo dar lo mejor.

Si miro para atrás es para ver no sólo cuanto creciste, sino, para darme cuenta cuanto crecimos. Juntos. Y ver todo lo que construimos como mamá-hijo, sin que nunca me lo haya imaginado.

Y en cada paso, sos mi impulso.

Cada día es el amor —que no conoce límites— el que me abraza y me enseña: a empezar cuando sea, a que nada me detenga, a soñar más grande, a sostenernos siempre.

Es el vínculo imposible de romper.

Registrar y compartir menos de 1 minuto de nuestro día-mundo-vida-amor me basta para contar nuestra historia: simple, sumamente nuestra y, para mí, perfecta.

No es un video. Es todo lo que yo sé que hay detrás. Y con eso, para mí, es suficiente.

Porque entre tantas horas de trabajando en historias de otros, nuestra propia historia, esta parte hermosa de mi vida, siempre la elijo en intimidad, entre nosotros dos, aunque hoy sea la excepción.

Sí es una pausa.

Imaginate (de nuevo) que en ese instante, entendés que de verdad “lo mejor nunca se sube”.

Y que lo mejor siempre está acá:

En tus brazos cuando me buscás.

En mis manos que ya aprendieron a sostener y llevarte sin miedo.

En tu mirada que ilumina todo lo que soy.

En que nada ni nadie nos quita el vínculo más fuerte que existe.

No hay porqué buscar más allá.

#mamá"