Hoy, siento más que nunca la incertidumbre de no saber.
No sé si el agua que tomo es potable;
No sé si la tierra en la que planto es fértil;
No sé si la sociedad en la que vivo ya se hundió en la violencia y el odio;
Tampoco sé qué siento. Ante las adversidades que le surgen a uno, nadie te dice cómo atar los sentimientos.
No sé si puedo imaginar un mañana distinto del hoy;
No sé si rechacé el amor por falso, o por incomprendido.
No sé si creo en la honestidad de mis pensamientos.
Tal vez haya que hacer una revolución, para romper con esta alienación, y encontrar una nueva rueda que nos mueva.
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