Me encuentro sentado en la orilla del mar, con los pies enterrados en la arena. Siento amenazante el vaivén de las olas para seguir ahí, pero no puedo moverme. Me hundo en un reloj de arena imparable porque estoy atrapado... En ese lugar, en esos tiempo y en esa persona. ¿le contaste al mar también que te ilusioné? Está agresivo como lo fueron tus últimas palabras conmigo. Casi me hiciste dudar de mi amor. Se reproduce constantemente tu semblante inexpresivo en mis memorias; frío e indiferente. De haber sabido que estabas creando un monstruo de mí desde tu silencio, me hubiera marchado mucho más antes de haberte hecho parte de mí. Te dí mi corazón, ¿lo olvidaste? Tenés mis latidos empujando la presión de tu mano broncada, por favor, déjalo ir. ¿Te crees que no soy capaz de sentir dolor?; estás abusando de tu egoísmo. Me estás desarmando ahora que no sé bien dónde dejé mi coraza. ¿Qué más deseabas qué haga? Estoy dañado igual que vos, tratando de no herirte. Queriéndote a estos extremos como última alternativa porque, buscarte ya no me lo permito.
ㅤEsta mañana el cartero traía retraso. Aguarde por él una hora larga en el muelle y desde entonces, no me fui. Sincronizar con lo que analizo se hace complejo si deconstruí mi ego tantas veces como te priorice ante él. Por supuesto que una parte de mí esperaría una carta tuya, después de todo, es una parte que seguís teniendo vos. ¿Acaso vivo en un mundo diferente al resto? Ese mensajero ha hecho latir tantos corazones hoy y yo, aún, no he logrado sentir el mío. Agradezco tu carta; aprecie la brevedad de tus palabras. Considero que en cinco oraciones cabía todo lo que un día te hice sentir y vivir. Lamento decirte que ésta vez no responderé, ni la guardaré. Sólo le haré uno que otro doblez, hasta convertirla en un barco de papel donde tampoco volveré, se la regresaré a tu adorado mar a cambio de que me devuelva lo que un día te cedí. ¿Es justo?
ㅤUna última vez, te recuerdo como al ser que me impulsó amar otra vez. Sin arrepentimientos. Sabés que en mi no existe eso, tu mar bien sabe los amares que te dediqué. Los besos con aroma a brisa que te envié y los abrazos cálidos como la arena que te concebí. No acabamos por falta de amor, quisiera recordártelo. Se acabó porque nada de eso, proveniente de mí pulso, te bastó.
ㅤAdiós, tempestuoso oleaje, me encantó amarte hasta ayer.
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión