Cae el color tiñendo de humedales matices, entrelazados manifiestos de prosas arcaicas,náufragas en el vaivén del tiempo.
Pulso vivo de emanaciones superfluas y cotidianas;
árboles que levitan, edificios que caen hacia arriba, el sol llorando su luto,
vientos internos de meditaciones budistas en doradas páginas zen.
Tu luz es ver el espacio místico, denotar las cualidades elementales del buen sabor telúrico.
Fragor del púlpito de ideas carbonizadas en electroquímicas neuronales, sensaciones inocuas y sueños fríos de imaginación neurótica.
Propósitos lejanos aparecen conjugando todos los deseos inventando los nuevos ritmos, los nuevos versos.
Todo el desplazamiento del terror en el mundo es la silueta de nuestros miedos internos, la violencia es un recurso ancestral tan necesario como la misma respiración o la tautología.
Aquellas palabras que se ordenan según una estructura retórica determinada por la ambigüedad de satisfacer la transmisión exacta de lo que se idea a lo que se manifiesta.
Raro síndrome de bondad contemplativa soldada al blasón de tu alma
y tus anchos escudos son el homérico zumbido de las ilusiones
Tiznadas tinieblas exteriores rodean lo desconocido
descalzos, desnudos nos abrimos camino
ligeros pasos nuestro impacto en la historia
breves susurros la suma total de nuestros pensamientos
imagen difuminada de lo que fuimos y seremos
refracciones de luz astronómica
polvo de estrellas
Emanaciones vibracionales del pálido cero universal e infinito
Tallando en el granito con letras de oro
cincel de palabras y técnica insana
comprimen los elementos divididos en sus cuatro compases cardinales
expuestos a través de la sinapsis sideral perpetua
en grandes puentes alegóricos que nos conectan con la eternidad
Y las sombras mitológicas de los nibelungos, mirmidones
y evocaciones trágicas en Eurípides y Pablo de Rokha.
Ya la oscuridad nos envuelve ceñida del tropel ampuloso
En vacilaciones fantasmagóricas que emergen con la floración de los alumbrados públicos
y el aumento del tráfico caudal de ambiciones y esperanzas.
El deseo es un lujo fantástico de invención carnal que te lanza a estimulaciones inalcanzables de refriegas físicas, teológicas y elementales dentro de las naturalezas humanas.
Todas nuestras obras son hermanas universalizadas por las voces de los individuos
en llantos y alaridos
o risas y canciones.
Verdes muros en ensoñaciones,
verdes muros repiqueteando acordes,
verdes muros eligiendo los vocablos
Verde humo mis palabras que se deshacen ascendiendo
trazando una telaraña de halos grises
designio arquetípico del Eureka
Sueños de nuestras noches de verano
emociones cerebrales y metáforas suntuosas
todo se dilata en círculos concéntricos
y nuestros cuerpos estallan en composiciones de átomos ilícitos
que se expanden suspendidos entre hilos celestes de glóbulos fosilizados
En gigantes cúmulos de nervios interestelares.
Bosques negros nos componen
largas almas nos pueblan de don y el espíritu es la microscópica gota de la salpicadura ideal en la cúspide de la dimensión
vaporizada en ínfulas absolutas totalizadoras de haikus lacónicos
Y el ojo que mira duerme
La boca que declama calla
los oídos inertes mienten
la psique cuando inventa estalla
Nocturnos futuristas las noches del domingo
destrozan de un sablazo el tiempo perdido
cuando ilumina en el horizonte la proyección holográfica de los láseres inéditos
que trazan por trazar esas geometrías dizque sagradas
que simplemente son la voluntad de la armonía espacial
en los intelectos perfumados que chorrean pigmentos,
coloreados diamantes que sudan licor
expidiendo oraciones mahometanas
de dodecasílabos versos lujuriosos
encendidos con el incienso ardiente de voracidad lingüística
mientras suena el ángel de la guitarra
imbuyendo resonancias reverberantes
que hacen florecer el ideal interior en espectrales ritos de placer sanguíneo y palpitaciones arcanas
de un intrépido corazón que escala trascendiendo las figuraciones surrealistas
contemplando extasiado cinco cuerpos regulares metamorfoseados en corpúsculos, en los que de repente aparece «Leda» de Leonardo, cromosomatizada por la cara de Gala
Super poemas bolcheviques en cinco cantos
cosmogonías hesiódicas son ruinas circulares
alucinaciones metafísicas del sueño inconsciente
resplandece centelleante la iluminación onírica del suceso;
verso sobre verso vanas palabras
verso sobre verso el alma habla y explica sus motivos
verso sobre verso somos testigos de aquello desconocido y triunfamos y morimos en el ciclo reprimido del dolor
Paz
solamente
Paz
Todavía nos separa una distancia inmortal de alcanzar las utópicas proclamas de idealismos sanos y bienintencionados
virtudes armónicas de sapiencia bondadosa
Disipadas en el instante que nace algo nuevo e inaudito.
Prana, fuerza sobrecogedora luminífera del infinito
Trirremes navegando hacia la isla de Lesbos
madre de los juegos latinos y de las voluptuosidades griegas
cadavéricos reflejos de nuestra mortalidad
Cultivando zoroastros en las colinas, en las praderas donde duermen las mariposas
que sueñan ser hombres
y hombres que sueñan nuevas mujeres en templos deshabitados
perpetuando epopeyas simbólicas
cosmografías mágicas de los misterios
lentamente van cambiando la morfología alquímica del verbo
creando jirones de fuego que enlazan los místicos términos
consciencia
palabras
lenguajes
Sueños.
Batallones disciplinarios en las urbes en llamas del calor teatral
Nubes anaranjadas en los atardeceres violáceos
Flores elegantes de amarillo otoñal
náuseas reconfortantes de tambaleo existencial
oscila y levita el ritmo de narrar
El silencio de las noches lánguidas
Aullidos esporádicos de perros
movimiento de autos veloces
Distantes gritos en la ciudad
claman eternamente claman
suplican y piden sin cesar
¡Por favor devuelve su júbilo!
Otrora en antaño del viejo tiempo
no existiera tamaño sufrimiento
trágicos sucesos nos marcaron
y somos todos los que quedamos
Habitantes del error.
Erramos porque obramos
Narramos para entender eso que sucede
bien adentro de nuestro ser
muchas otras tantas palabras aparecerán ante estos ojos
y se enciendan ruborizados pensando nuevas ideas
Cándido circo,
malabar de adjetivos
Disparan cañones sinfónicos de grandes orquestas oaxaqueñas
que cantan canciones de cuatro virtuosos de las ciudades fundadas en las conquistas normandas de Inglaterra.
Sesenta y seis psicodelias conjuradas
bajo armonías equilibradas del patrón fractral luminiscente
Si hubieras habitado un color eternamente
¿Preferirías estar lejos de estas alegorías?
¿Eres consciente de tu propia suerte?
Humano relámpago realizador de todas las voluntades y todos los pensamientos
soñemos un sueño perfecto
traigamos a la vida esa visión
un futuro del mañana cibernético
en cada gobierno
en cada nación
que sea causa colectivizada
por el flujo de ideas que nacen
originando una tempestad contagiosa
de mil prosas locas de mil focos insurreccionales

Soldado Desnudo
Escribo en todas las superficies. Las palabras brotan sin significados, son el cúmulo olvidado y de ellas me alimento.
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