Ella brilla en plena oscuridad.
De cada crisis saca un aprendizaje.
Algunas personas la comparan con el sol,
pero se identifica más con la luna:
no cree poder brillar sin la ayuda de los demás,
no tiene tanta confianza como para dejar escapar su luz.
Se acostumbró a cargar con los secretos de sus amigas, las estrellas,
pero cuando tiene algo que contar, todos se olvidan de ella.
Olvidan que también tiene pasiones, emociones,
miedos y ambiciones.
Aparenta tener dominados sus sentimientos,
aparenta estar llena de paciencia,
pero la realidad es que la agobian sus pensamientos.
Tanto la atormentan sus fantasmas
que por las noches no puede descansar.
En su lugar, se limita a iluminar
las vidas vacías de extraños.
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