Inmortalizándote.

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Me estoy atormentando en el acto más despiadado que es el recordarte, el querer saber de ti, el preguntarte

¿Aún pensas en mi?

¿No volverás a llamarme una vez más?

¿Jamás volveré a despertar con la ternura de tu voz?

¿Jamás me volverás a sostener entre tus brazos?

¿Soñas conmigo?

¿No extrañas mi ternura?

¿No extrañas cantar conmigo?

¿No extrañas mi presencia?

¿No extrañas consolarme?

¿No extrañas las madrugadas de palabras de amor entre risas, entre besos?

¿No extrañas mis suspiros al escucharte?

¿No extrañas el jurarnos amor eterno?

¿No extrañas mi nombre en tus cartas de amor?

¿No extrañas el afirmarnos a las altas horas de la noche «No quiero pasar un solo día sin tí» «Jamás podría vivir sin tu ternura» «Nuestras fechas de nacimiento forman una luna entera así como nosotros formamos un hogar de ternura eterna»?

¿Alguna vez me pensaste tanto como para escribirme?

¿Me seguís encontrando en las canciones de amor?

¿No te está matando mi ausencia como la tuya me mata a mí?

Este tormento de tristeza absoluta que me está matando nace de tu ausencia, de tu silencio, y lo peor de que no estés no es la tristeza que me da tu abandono sino el pesar que me invade cuando sigo encontrándote en todo; en todo lo que hago en donde hay una pizca de vos en todos los lugares donde a veces soy feliz, donde solíamos ser felices y me mata el saber que no estás para compartirte esa alegría.

¿Te recordas cuando me dijiste «serás el amor de mi vida en este y en todos mis universos»?

Me dijiste que en este y en todos nuestros universos íbamos a funcionar y los dos sabemos que no va a existir otra oportunidad para poder amarnos.

me dijiste que siempre íbamos a coincidir y a mí se me apretó el corazón porque en este tuvimos la suerte, la dicha de coincidir perfectamente y de amarnos con locura que nos tardó un par de segundos y ahora solo puedo querer preguntarte ¿por qué vos no me elegiste en este universo y no dejaste que fuéramos eternos?

Te pido perdón por inmortalizarte en esta tristeza porque no pude inmortalizarte a tiempo para ser eternos, porque si este dolor tan desesperado tan inmortalizado es lo único que queda después del amor, deseo con toda mi alma jamás volver amar-te.