ingrediente secreto

si hablamos de familias que buscan salir adelante, hablamos de la mía. tengo una generación de emprendimientos gastronómicos como años de vida.

me cuesta tanto revolver entre grandes pilas de recuerdos ocultos, tapados. pero que mejor que un disparador sensorial como el olor a la carne picada que toma el punto justo de cocción, después de horas de estar reposando en abundante jugo de limón.

un desorden en la Bacha que antecede el momento de sentarnos ansiosos con la bandeja como centro de mesa. y ese disparador se vuelve experiencia, un viaje de placer al poner el alimento en la boca, dar una mordida e impregnar un gusto exquisito que solo mí mamá puede preparar.

desde que pizza pizuela cerro el placer de degustar las maravillosas obras de arte que mis padres les ofrecían al pueblo, siguen estando en exposiciones constantes en casa.

o como cuando mí papá, que es el cocinero inigualable de la casa, con un ratito de su tiempo entre que sale y entra al trabajo, se manda un banquete para chuparse los dedos, aunque esté cansado.

o como cuando ir a comer de mí Nona es una travesia de sacar las verduras de la quinta, la que ellos siembran con el amor que les abunda el cuerpo y cosechan mientras miran con gratitud lo que pueden crear. ponerlo en la olla, estar apretados en esa cocina tan pequeña mientras tomamos unos mates dulces, como mí abuela. dispuestos los lugares en la mesa de tal manera que podamos contarnos historias y reírnos tanto que nos duela la panza. porque ellos más que verduras cosechan lo que siembran en nosotros.

o como cuando mí tío Pablo tuvo su bar, el que no recuerdo casi nada porque era tan pero tan chiquita, pero las vivencias quedaron dando vueltas y marcaron una identidad familiar.

o como cuando mí tía Katy, nos hace las tortas de cumpleaños porque hizo un curso cuando era pendeja, para escapar del trabajo esclavizante que tenía en el súper, aunque nunca ejerció cómo pastelera siempre está presente en todos los festejos.

mí familia es muchas cosas, y ver lo malo siempre es más fácil. hoy también puedo abrazar esa parte que nos dan cuando sus manos mágicas entran a la cocina y el ingrediente más importante es el amor.