(I) Desde el Horizonte

Había un vistazo en el horizonte, algo inexplicable, una sensación de pensamiento.
"Caridad con bombo, o egoísmo a Cal y canto".
Con tu capacidad de mirar viviendo, mirar sintiendo, mirar simpatizando. Nos pasamos la vida de esa manera, y tú con tu corpus ligero, de lunares dispersos, de costilla risueña, fino. Tan delicado como tu mirada avellana, a veces canela, siempre atorrada, profunda. De una longitud vertical del suelo igual a la mía. Dónde puedo observar todo, desde lo más abierto hasta lo más rudimentario. Dónde alegas esperar tan poco, pero en realidad esperas tanto. Concreta en tus proyectos, tan reales tan tangibles, tan contrastantes con la diégesis de tus argumentos, algo surrealistas, pero que impactan, cómo huella acústica almacenada en la memoria. Tu tan sonriente, yo como "cronopio" en distopía. Tu tan hermosa, yo tan ajeno, tu tan vos, yo …  tan pasado.
A veces me preguntó, ¿está bien que me sienta bien?, ¿ Está bien que combine con esa melodía de fondo?, algo fortuita, efímera, inesperada, obsoleta. Deja ya tanta palabrería, que no es más que una falacia bien organizada, diría Papá. Deberías llamar más seguido diría Mamá. Y pienso ya he hecho suficiente, ¿verdad?.

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