Huí todas las veces que pude.
No importó cuántas veces halaran de mí
ninguna fue suficiente para que me quedara.
En noches como esta creo que no esquivé ninguna bala,
sino que perdí a par de amores.
Cuántas veces no veré más allá del miedo,
de lo que podría pasar si abriera
cada parte de mi alma,
si entregara en bandeja de plata
hasta el último de mis poemas.
Tengo la sospecha de que alguien
ha cortado mi hilo mientras dormía
y que en sueños he perdido la oportunidad de querer.
Así cuando el alba se asoma
ya me he quedado sin nadie a quien buscar
entonces supongo que seguiré fingiendo
que todavía estoy hecha para amar,
aunque nunca sea mi turno
aunque ningún cuento sea verdad.
Mientras
déjenme escribir versos sin sentido
y contar los pétalos de flores que nunca me regalaron.
Déjenme hablar de la melancolía que siento
cuando mi amado se va
aunque no haya ninguno,
pero es que afuera está lloviendo
y es un día perfecto para estar enamorada.
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