Recuerdo que como siempre, nunca pudimos hablar de nosotras. Si algo persiste más que el amor, es que al final siempre elegimos olvidarnos.
Sé que vas a decir que me querés solo cuando te des cuenta de que la incertidumbre lleva al hartazgo y resuelvas culminar con aire malévolo lo que no fue tan siquiera el principio de una conversación. Quiero remediar que tenés el alma necesitada de amor, pero no de este corazón que ahora late cansado de este capricho egoísta.
Yo, te dejo ir. Con la creencia de que no fue amor, no fue querer. Hiciste lo que quisiste, trataste de sentir y no pudiste. Me cansa verte y añorarte en la espera, que la ansiedad me consuma mientras vos tomas literal cuando te digo que hagas lo que quieras. Prefiero que estés viviendo en paz a costa de lo que dejas pendiente acá porque vivo cansada de hacerme preguntas, donde en realidad, nunca existe una respuesta.
Te acompaño hasta la puerta, te despido con un beso en la mejilla. Después de todo, en esta casa, solo ya estás de visita.
Recomendados
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión