hoy soñé con vos.
ni siquiera fue un buen sueño:
sueño horrible, aterrador
pero lo peor es no poder contártelo.
·
lo peor es no poder contártelo.
·
como están las cosas, hoy día
cualquier sueño sobre vos me duele
pero este mató toda esperanza,
retorció el cuchillo en la herida.
·
después, estoy acá acostado,
pienso,
“qué raro que no me desperté llorando”
y procedo a llorar un minuto después
por pensarlo demasiado.
·
como corresponde.
·
ahora me toca levantarme,
andar un poco por el mundo de la vigilia,
confirmar
que no soy esa criatura miserable,
odiada
que era en el sueño.
que solo soy la mitad de eso.
·
parece que queda tanto duelo por hacer.
vos seguís ahí, en alguna parte
así como ese 1% de esperanza
que por mi bien debería ignorar.
·
y los intervalos de paz, sospechosos,
no engañan a mi cerebro durmiente
que en cambio se reafirma en su dolor:
“nunca olvides cuál es tu lugar”.
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