Hoy, la ciudad no sabe desprenderse de mi asombro
No sabe percibir la sutil necesidad de una retirada a tiempo
Las puertas no presienten el polvo en sus maderas
Ni que yo deambulo entre los portales esperando el último beso
Ni que el silencio de las calles es un nuevo orden que ha sabido conquistarse
El viento no sabe levantar vuelo
Ni encontrar un compañero mejor
Hoy, la atmósfera padece de insomnio y desventura, bosteza bajo el manto de un susurro
Hoy, la gente se ha quedado dormida, es un día demasiado triste para aventurarse en la orilla de cualquier corriente
Las únicas razones que prometen la ilusión
ya no existen
Hoy, me he dado cuenta de que ya no estás.

Yom Hernández
Aquí un licenciado en Historia, loco por la literatura que lee y escribe pertinazmente. Mi primer libro Memorias de un confinamiento se puede buscar en www.edicionesatlantis.com.
Recomendados
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión