Ya casi terminaba enero, 2023. Estábamos hablando de nuevo pero yo no era feliz. hablar contigo me fascinaba, saber de ti me daba un alivio, la esperanza de ser juntas me daba fuerza...
Pero faltaba algo, yo sentía que aún te hacía daño, te dije ‘aún no estoy lista para volver’.
Tal vez pienses que esas palabras fueron porque yo no te quería, pero era todo lo contrario.
Tal vez pienses que olvidé el nombre de Doroteo, pero solamente quería que no fuera tan difícil la despedida.
Te quería tanto, que solo quería estar en tu vida de la manera más sana y estable posible.
En ese momento dije ‘si quiero estar con ella, tengo que trabajar en mí para hacerlo’, así que decidí buscar y buscar ayuda, por todos lados, en todas las maneras.
Desesperada buscaba respuestas rápidas para estar contigo lo antes posible. Para estar bien las dos.
Hasta que encontré a Ana, y una semana después, encontraste a alguien más.
Ana me decía cosas que me molestaban porque yo solo quería estar contigo, quería estar bien para ti, y lo único que escuchaba era que tenía que estar bien para mí.
Me enteré que te habías enamorado y me volví loca, fueron tres meses en el que mi cordura era muy débil. Ana me calmaba y me contuvo a través de la terapia.
Era tanta mi tristeza que al principio tenía que acudir una vez a la semana, todos los lunes. Me parecía gracioso que fueran los lunes porque toda la semana me desestabilizabas aún sin estar.
Poco a poco entendí que soltar lo que más quieres es también un acto de amor, duele con todas las entrañas y vísceras, pero no podemos vivir con miedo.
Tú tenías miedo de volver a confiar en mí, yo tenía miedo de que nunca dejaras de hacerlo.
Al final el mío sí se cumplió. Tú ya no regresaste a mí ni yo a ti.
Pasaron meses y Ana me ha ayudado tanto, resulta que ahora la veo cada dos semanas (y ya no son los lunes).
Ahora las sesiones ya no son sobre ti, ya son sobre mis sueños, sobre mi familia, sobre mí. Le cuento sobre el poemario que te hice, de hecho me ayudó a construirlo y saber hacerlo desde el amor, sin ego…
También me di cuenta que estoy muy enojada con mi mamá, y que me parezco a mi papá más de lo que quiero.
Mis amigas me han sostenido de la manera más amorosa posible, he llorado tanto en sus regazos que siento que sus piernas reconocen ya mi llanto.
En fin, sé que me lees. Te quiero. :)
pd. felicítame a tu hermana por su cumple
pd.2. todos los cinco de octubre le prendo una velita a meowth.

entre heridas y poesía
sáfica pirómana de la nostalgia. solo escribo aquí para (des)ahogar una que otra tristeza. :)
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