horizontes (amor y odio)

En el conglomerado de palabras que aquí reuniré, almacenaré las mejores instancias de mi escritura. Lo que aquí vaya a escribir será mi nuevo horizonte en la puja constante de mi mente y mi voz. Para que quede claro, tendré decoro a la hora de expresar los sentimientos más simples, porque considero que le otorgo un hábitat formal a algo que es mundano. Sin embargo desconozco el lugar al que acudiré: no sé si hablar de amor u odio que son temas reiterativos en mi inventario. Quizás lo pertinente sea dedicarle un poco de atención a cada uno de ellos.

Amor: El encuentro del alma desnuda ante las posibilidades que alguien la arrope. Es también el arte de dejar de ver la realidad para encallar nuestro barco en la ilusión. Se entiende como un proceso de apreciación, en algunos casos es hacia otras personas, en algunos momentos hacia cosas (lo que implica su mirada), pero debe ser en principio a uno mismo. Cuando usted encuentre su núcleo, él le revelará sus más intensos deseos y miedos. Debe habituarse a conocerlos, esmerar sus acciones en comprender que lo que surge de sus supuestos, no es mas que un flagelo de todo lo que está en su interior. Quizás podemos decir que usted ha logrado el éxito cuando sus impulsos vayan al compás perfecto del viento. Sus sonidos son claros y limpios, su ruido no entorpece sino que acompaña los intentos desesperados de construir el señuelo que le dará un horizonte a su mente que para ésta instancia ya está desencontrada. Porque recuerde que cuando hablamos de impulsos no estamos hablando de conciencia, sino que de todo lo contrario. Es como cuando sale al exterior y siente que la brisa corre su pelo, es ver el tiempo en cámara lenta para aprovecharlo al máximo, es poder decir con los ojos cerrados. Encontrar sentido en los complementos mas finitos. Es valorar la existencia de la muerte, no por su llegada sino que por su significado. Cuando el equilibrio de su vida sea pleno, y sus emociones lo lleven a bendecir el trazo de las plumas ajenas, será allí donde encuentre su definición de amor, porque el amor es para cada uno.

Es ver como esa sonrisa deja destellos de felicidad en su cuerpo. Son las acciones que lo invitan a repensarse en el deseo de sus caricias. Es el fuego que está allí, brindando calidez cuando lo necesita.

Odio: Será no poder encontrar las respuestas en el alma y buscarlas con la mente. Implica examinar todo aquel detalle que se presenta en cada uno, para encauzar lo peor en el rio de la miseria. El odio es el barco que transita ese rio y toda aquella molécula que aleja al mundo de su núcleo. Se acerca a quedarse allí en la superficie y no acceder a lo más profundo. Existe como la sensación que involucra la destrucción de sus sentidos, o al menos la no apreciación de uno de ellos. Entiéndala como una emoción que lo persigue cada vez que el viento le sopla a otros y no a uno mismo. Sentir que le dan la espalda, correr sin avanzar, ser perseguido y no poder escapar. Mirar a la muerte a los ojos todos los días y sólo pensar en su llegada. Es existir sin brillo, sin sonrisa y con tan poca gracia, que no merece habitar el mismo mundo que el amor. Es ausencia de luz. El emblema de las guerras y el arma de los ingratos.

Quiero invitar a que todxs aquellxs que lean éste palabrerío, inventen el suyo. Los reto a escupir sus mejores palabras sobre el lienzo que se les presenta diariamente.