"Hold on" y la depresión en las clases sociales

Mi admiración por Adele es inmensa: la explicación se volvería subjetiva al extremo, redundante e insostenible. Esta noche -tan particular, como compleja-, puse Hold On, uno de sus grandes éxitos. La canción refiere a su crisis depresiva post divorcio, sin embargo, es válida y representativa frente a diversas situaciones complejas ¿Realmente lo es?

Este texto no hace referencia a que “los ricos no lloran” o que las penas sean distintas, sino la conciencia social y su tratamiento. De pronto, la reflexión radica en lo distinto que es transitar un proceso depresivo con la capacidad económica para solventar un equipo de salud mental, o - desde lo básico - el pasaje o la nafta para ir a ver a un amigo.

Aunque éstas cuestiones parecen una exageración, son reales y ocurren. El sistema de salud gratuito, en ciertos municipios, brinda turnos para salud mental, un día al mes y esa consulta no supera los 15 minutos. Además de que es un profesional mal pago, precarizado y que prioriza casos extremos.

En casos familiares, la situación se complica aún más. Qué distinto es pagarle a “la nani” para que cuide al niño y se ocupe de los quehaceres mientras el proceso transcurre. No romantizo el estado de quién debe asistir a familiares en momentos que no puede ni con uno mismo, sino, es una simple reflexión de realidades alejadas.

“Hold on, you're still strong” le dijeron sus amigos desde sus casas en Miami y Orlando, luego de su divorcio. Reitero, no duele menos, se transita distinto ¿Hasta dónde somos fuertes? ¿Dónde se rompe el encanto de soportar las penas? ¿Y las crisis impresentables porque no son tan graves? ¿Y los duelos sin cuerpo físico? ¿Los duelos propios de la personalidad?

No, no es lo mismo en el día a día de un trabajador de clase media baja, luchar por levantarse de la cama; que la batalla de quien tiene ahorros para sus tatara nietos y puede no levantarse o hacerlo en una playa.