La primera vez que supe de ASA fue gracias a mi mujer. Ella había descubierto mi perfil en grinder.
Le dije que no estaba seguro de si era hetero, gay o bisexual.
No le menti. Ya me había masturbado viendo porno gay. Pero esa tarde mis actos compulsivos y yo fuimos más lejos.
Gracias al poder superior no concrete ningún encuentro.
Creo que necesitaba que me descubrieran.
¿Soy gay? ¿O la escalada de mi adicción quiso subir un nivel más?
Le pregunté si pensaba que soy una mala persona por mirar porno. Me dijo que no.
Tocar fondo fue no poder negar más lo que me pasaba.
Mi mujer no me dejó, no me echó ni se fue.
Cómo siempre, se puso al hombro mis problemas. En el espacio que le quedaba entre las deudas, hacer la comida, llevar a los nenes a la escuela y el turno del dentista de mi hija. Y por supuesto el trabajo.
A los pocos días, una noche me mostró capturas de pantalla de páginas web que hablaban de la adicción al sexo.
Todas me describían.
Una mencionaba algo sobre grupos de autoayuda para personas que no podían parar de mirar porno.
Entonces busque "adictos al sexo anónimos" y bum, me explotaron en la cara algunas verdades.
A- era un adicto sexual.
B- la decisión y la responsabilidad de mantenerme sobrio era mía.
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