Porque la vida es arte con ustedes. Cualquier lugar que pisen, la calle por donde pasen es un mundo mágico al que nos teletransportamos. Las interminables charlas que siempre quedan pendientes para las siguientes juntadas, las pijamadas con películas que jamás terminamos porque nos dormimos, y las risas que jamás cesan porque siempre nos encontramos las unas a las otras.
Porque la felicidad la encuentro en nosotras, que nos acompañamos cada día por el paso de la vida. Creo que no hay amor más honesto como el que siento cada vez que nos vemos, sabiendo que siempre tendré un hogar en los brazos familiares de ustedes. Porque de toda la familia, ustedes son lo más cercano a una maravilla. Mis personas favoritas.
Después está esta otra persona, cuya vida es como un rayo de sol en la tormenta, la calma luego de un día en donde solo pude vivir de la peor forma. Aquel que solo con una sonrisa y un torpe abrazo alegra mis días. Quien es capaz de abrazarme sin lastimarme, quien es capaz de hablarme sin dejar de escucharme. Aquel individuo cuya vida comparte como si fuéramos tinta en una misma hoja.
Entonces comprendí que el hogar no es un cuarto con cuatro paredes, son las personas que enriquecen el alma sin necesidad de objetos que se queden. Son aquellos quienes están, quienes estiran su mano todo el tiempo para mantenerte.
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