El onanismo al alma, sucio y hedonista, que ni cura ni cauteriza. El ir y el venir, tirar y empujar, y soltar cuando no da para más.
Conductas aprendidas y costumbres compartidas. Recordar es una imposición que yo ya no quiero encima.
Onanismo al alma y al cuerpo, que no limpia ni exime al enfermo. Todos esos son alivios temporales, liturgias para los males sexuales de los más primitivos y los menos sentimentales.
No existe una cura, rehabilitación ni lección que no pueda ser desaprendida. Y tampoco existe una tristeza que, muy a su manera, no pueda ser prostituida.
No existe, no existe, y tú tampoco existes.
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión