hay objetos destinados a romperse

hay objetos destinados

a romperse entre tus manos

más no siempre se disipan

hay algunos que se quedan

hay destinos que se rompen

por objetos que soñamos

mueren siempre a su manera

nos quebranta desahuciados

mientras tus ojos titilan

en lugares desolados

hay dos manos destinadas

a un objeto afortunado

tantos ojos que se encuentran

en luces y decorados

tu puerta ya no está abierta

y yo quedé del otro lado

cerré con fuerza el candado

de un corazón destinado

a ser roto por personas

que serían de tu agrado.