hay algo mágico en este adiós

como cada sábado 

una fina capa de tela adorna mi piel 

el viento frío que entra por la ventana 

te hace acercarte más a mí

contemplo el pequeño espacio que separa nuestras manos

te veo dormido con quietud, y me pregunto 

si es que soñás lo mismo que pienso yo 

no tengo mucho para darte, que no te haya dado ya 

pero todo es tuyo 

colaborá con mi corazón que te quiere

acercame a tu pecho

traducime tus latidos

dejame leerlos y leerte a vos, como un verso escrito 

como si su ritmo me dejara entender 

por qué el amor a veces se esconde 

en lo que no decimos, 

en lo que no dura 

dejame que me quede así un poco más 

aunque sea, dejame olvidarme un rato de que este es el final 

y en cambio pretenderé que es un descanso

un “hasta luego”, una pausa que respira en tus brazos

y si en tu sueño todavía existe un lugar para mí

guárdalo, aunque no me nombre

aunque despierte sin mí al lado 

aunque en unos años esto solamente sea 

un lindo recuerdo 

hay algo mágico en este adiós 

y este amor, me obliga a amar sin retener

a desear sin tocar 

y decir en silencio 

que te quise con todo lo que supe ser