Cuerpos sin nombre, órganos sin rostro. Validación de lo efímero, adoración de lo superficial.
Nos enseñaron a distraernos, a llenar el silencio con ruido, a confundir placer con propósito.
Reflexionar cansa, pensar incomoda. ¿Autocrítica? Imposible. El espejo no refleja, filtra.
Cuerpos antes que mentes. Órganos antes que ideas.
Y así avanzamos, rodeados de cosas, vacíos de sentido. Una sociedad que acumula bienes pero pierde criterio.
Egoísmo disfrazado de amor propio, donde se pisotea al otro para avanzar, sin ver que en cada pisada se aplasta también lo humano.
Por eso estamos solos, rodeados pero aislados, saturados de objetos y hambrientos de mente.
Una humanidad que lo tiene todo, menos la capacidad de mirarse hacia adentro y descubrir lo que realmente importa.
Valorar más lo que cabe en las manos que lo que habita en la mente.
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión