Esta noche hablo con la luna porque contigo ya no puedo,
la noche se vuelve refugio de risas y desvelos, testigo
de las estrellas que te dediqué en secreto.
Hoy me guía para no perderme en tu mirada,
me susurra que deje de escribirte poemas,
que encienda una vela para olvidarte,
me dice que no mereces mi añoranza.
Pero ignoro sus palabras, prefiero recordar
tus manos recorriendo mis costillas,
prendo uno y revivo el momento en que dijiste
que yo era tu chica favorita.
Dos almas, igual de vacías, miran las mismas estrellas,
cada quien en su propia existencia, con el mismo sentimiento de ausencia,
pero yo soy la única que aún guarda un corazón.
Recomendados
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión