Te fuiste sin ruido,
y yo me quedé armando plegarias con los restos de mi.
Ya no sé si espero, o qué es lo que espero.
Me encuentro fingiendo que tu ausencia es cuestión de tiempo.
Pero el tiempo no cura,
sólo le pone horarios al dolor.
Y yo sigo habitando tus fantasmas
como si aún pudieran darme abrigo.
Yo lo intento.
Pero cada cosa me habla de vos:
una canción,
el suspiro en la espalda,
una sombra que se parece a tu voz.
Y en vez de odiarte,
te pienso.
Te pienso tanto
que a veces no sé
si soy yo,
o sos vos quien me piensa.
Tal vez el olvido no sea más
que otra forma de esperarte sin llamarte.
Y mientras tanto,
sigo encendiendo velas
como si tu sombra supiera volver.
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión