El cielo, gris,
como tus ojos.
Tormenta en tu mirada.
Y me pisas, liviano.
El viento arrasa,
arrastra, el blanco
los suaves petalos, y
tambien la seda,
la seda de tu voz.
Es rasposo ahora,
como la tormenta,
el gris y el beige
se mezclan.
El tierno blanco, vuela
grisaceo ahora, oigo,
un petalo pisado.
Ese dolorido marron,
del polvo en tu seda,
Gritar sobre la tormenta,
enfrentar esos ojos,
siempre inquietos
que pisan, sin piedad.
Y la seda rasposa,
y la seda borrosa.
Los ojos son la tormenta,
y todo un gran baile fue.
Con los petalos,
con el gris
y con el beige.
Sos suave, tan, tan.
calmo, tan, tan.
Beige, tan, tan.
Tan, taran, tan.
Taran, taran, tan, tan
tan, taran , taran
tan, tan, tan
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