Efluvios de sexo invadieron gran parte de esta cólera.
Si me enfrento a mi rostro
solo podría ver a un estúpido narcotizado
que sostiene en el pecho la idea
de que va a conseguir a alguien en los bosques de Palermo
con la capacidad suficiente y ulterior de otorgarle
amor, amor, amor, amor, amor y amor
***
A partir de hoy, todo más criollo,
pero sin perder ese touch maldito.
Conseguir un trabajo no es otra cosa
que financiarse los caprichos.
O, en el peor de los casos, arancelarse la vida.
***
Torturar el alma 9 horas por día, 5 veces a la semana.
Frenar el galope sónico de los caprichos
y guardarlos en el cajón más bajo de la mesa de luz.
La gente ha sabido enarbolar su propia angustia
y decorarla en el living de su casa
***
Estoy desahuciado y triste.
La semana pasada empecé a trabajar
y hasta ahora no pude ver ni una película
ni escribir un solo poema.
De hecho, tuve que hacer de cuenta
que quería ver a mis amigos
y hasta me invadió la cobardía de tener sexo.
¡Yo no quería tener sexo!
¡Solo quería ver mis películas y escribir mis poemas!
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