Gracias por permitirme ser

Entre hermanos crecí, un poco de caos y risas entre brindis y abrazos sinceros.

Cuando en la adolescencia me envolvió una oscuridad sin permitirme ver, muchas creencias limitantes y un corazón desgastado sin esperanzas ni fé. Me encontré con ella, la educación.

Porque así nos sentimos los que veníamos desde abajo, dónde las esperanzas son nulas y todo es puro esfuerzo por salir de dónde supiste que ahí no podías ir.

Gracias a las personas que ven eso en vos que otro no lo vé; a los que te guian, la educación es un real crecimiento, es la formación de uno como humano, como persona, como ser. Nos formamos o algo que mucho me nombraron en estos años " sabés como querés ser docente y a la vez, cómo no" pero cada persona te deja algo, te enseña algo, te produce algo. La educación tiene una gran importancia y aún más, la formación docente.

Hoy miro al otro lado y le digo gracias, gracias por permitirme ser, por encontrar este camino expansivo, enriquecedor, nutritivo. Por ampliar mis horizontes, porque ahora no hay limitaciones que me detengan a lo evolutivo que se siente mi alma queriendo aún más, aún más del arte que enriquece mis días, mi vida.

Gracias por sacarme de aquel lugar que no era mío, por darme hogar y seguridad de comprender mi inteligencia y conciencia tan única. En este camino que tan difícil fué, porque en mi mente no hubo tal compañía, pero tras los años pudimos mano a mano dar las pases; hoy, querida vida te digo que todo lo es posible. Que todo lo puedo.