Desde que tu
ya no me nombras
soy nadie.
un despojo sin rostro
un espectro sin tumba.
Mi nombre se pudre en el aire
pero mi cuerpo
esta aqui
incorrupto
inerte
como los santos que se exponen
bajo vitrinas polvorientas
con los ojos de vidrio
y las manos de cera
una carne que se niega a deshacerse
aunque todo adentro
ya este muerto
No soy una santa
y mucho menos una beata
pero me dejaste tirada
encerrada
en la vitrina de la catedral
esa que a tu nombre
yo misma levanté
cuando pensaba que tu amor
era sinonimo de fe
de omnipotencia
pero ahora
estoy arrodillada frente al vitral
donde esta tu cara plasmada
con las rodillas abiertas
los huesos molidos
y mi sangre hecha vino
aquella sangre
que tu
nunca bebiste
Cuando decidiste dejar de amarme
llego mi apocalipsis
los cuatro jinetes vinieron
y me arrastraron
me miraron con lastima
y cargaron mi alma
esa que junto con mi amor
fue demasiado pesada
para tus manos
Me llevaron
desgarrados por tu indiferencia.
me abrazaron al ver mi tristeza
al ver como no me elegias
al ver como todo mi amor
se derramaba
en mis propias manos.
Me dejaron ante las puertas de una iglesia
que ya no escuchaba mis rezos
y senti
como me abandonaste
tu indiferencia fue herejia
quemaste mi fe en la hoguera
y mi amor
que solo te dio luz
lo apagaste
En el silencio de tus pasos lejanos
para ti abandonarme
fue como renunciar
a una cruz que yo no pedi cargar
como olvidar el sacramento
de todo lo que te di
El templo que te construi
ahora..
no es mas
que solo que ruinas
de mi dolor
y mis lagrimas
lo derrumbaste de un grito
y yo quede alli
incorrupta
vacia
como aquella iglesia
que dejaste atras
y ahi
en mi propio Golgotha
mi alma
fue crucificada
gracias a que tu
no me elegiste
y al igual que el hijo de Dios
tambien te pregunte
¿por que me dejaste?
¿por que me abandonaste?
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