Go Home.

Los malditos migrantes.

La mayor desgracia para los pueblos nativos de lo que hoy es el territorio de EEUU, fue la llegada de los colonos europeos. Más que una simple inmigración, fue una invasión con todas sus letras. No solo les arrebataron sus tierras, sino que sufrieron genocidios, desplazamientos forzados, enfermedades inportadas de Europa y una destrucción sistemática de sus culturas.

El territorio que hoy es EEUU vivió una colonización brutal, primero con la llegada de los europeos y luego con la expansión de los colonos anglosajones hacia el oeste, bajo la doctrina del "Destino Manifiesto". Masacres, tratados rotos y una política de asimilación forzada fueron la norma. Y aunque hoy existen naciones indígenas que siguen resistiendo y reclamando derechos, el daño histórico es irreparable.

Sí, la emigración de europeos a ese territorio fue el peor desastre que pudieron sufrir.

Esto concluye en una paradoja cínica. Los descendientes de colonos que desplazaron, esclavizaron y exterminaron a pueblos enteros ahora se erigen como los guardianes de unas fronteras que sus ancestros impusieron por la fuerza. Se apropiaron de un territorio a sangre y fuego y, una vez asentados, establecieron quién puede entrar y quién no, como si su derecho sobre esa tierra fuera incuestionable.

El discurso antiinmigrante de ciertos sectores en EEUU es especialmente irónico cuando viene de personas cuya existencia en ese territorio solo fue posible gracias a un despojo brutal. Y más aún cuando buena parte de la prosperidad del país se ha construido con mano de obra migrante, desde los trabajadores chinos que levantaron los ferrocarriles hasta los latinos que hoy sostienen la agricultura y la construcción.

Es una hipocresía histórica, pero no sorprende: el poder casi siempre intenta justificar su posición como si fuera algo natural, olvidando convenientemente cómo llegó hasta ahí.

Y...

La familia de Donald Trump tiene raíces en Alemania y Escocia.

Por el lado paterno, su abuelo, Frederick Trump (Friedrich Drumpf), nació en 1869 en Kallstadt, Alemania (entonces parte del Reino de Baviera). Emigró a Estados Unidos en 1885, cambiando su nombre a Frederick Trump. Hizo fortuna en el negocio de hoteles y burdeles en la fiebre del oro de Klondike.

Su hijo, Fred Trump, nació en 1905 en Nueva York y se convirtió en un magnate inmobiliario.

Por el lado materno, su madre, Mary Anne MacLeod, nació en 1912 en la isla de Lewis, Escocia. Emigró a Estados Unidos en 1930 en busca de mejores oportunidades.

Total, que la familia de Trump es, en gran medida, el resultado de la misma inmigración europea que hoy en día él mismo y algunos sectores de EEUU rechazan.

Se deberían odiar a sí mismos. Quizás lo hacen.