Aquí sigo , vida mía,
suaves susurran los maitenes
dentro de mi caja torácica
Rosas florecen,
florecen aún, mis últimas
prosas
Rosas mosquetas y
reinas moras
No conozco de tiempos ni de lutos;
Me esquivan suaves las horas
Disfrutan los abejorros del polen
de mis frutos
Beben de mis ojos
como lagos, no,
como salvajes ríos
los pájaros
Repleto de gorriones hasta las ramas
turgente de ramas
mi pecho
Aprietan mis manos la tierra
enredaderas enredan mi pelo mojado,
aguas me sumergen cristalinas
Crecen frondosos los arbustos,
cuelgan ya pesadas las crisálidas
prorrumpen violáceos los altramuces,
como carcajadas
Aquí sigo, vida mía,
llevo pegados pedazos del cielo,
azules, los nomeolvides
Aquí sigo, lo prometo,
(aquí sigo todavía)
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maría constanza
me he vuelto este año una fan del kintsugi. dejo acá sin pretensiones una de esas tantas piezas.
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