El frío cala mis huesos
y me pone la piel de gallina mientras espero por ti.
Yo misma decido congelarme de frío
aún si tengo todo para abrigarme
porque no me importa la calidez que no venga de ti.
Antes de agosto pensaba que me envolvías de frío pero ahora que estoy helándome, que estoy fría de verdad
preferiría que me congeles tú con tu propia nieve
esa que es tan espesa que cubre hasta ahogarme
y es tan helada que llega a quemar
y anhelo quemarme y que seas tu la que lo haga
no importa que tan fría sea tu escarcha
porque si me quemas algo de tu calor me da.
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