Fotos viejas

Siempre me gustaron las fotos viejas,

uno se va construyendo con los recuerdos.

De algún modo ahí estamos,

encasillados en un momento

y viajando automáticamente a lugares donde todo era diferente.

(de alguna manera)

Tal vez hasta nos vuelve inmortales, eternos,

y eso, me resulta encantador.

Mi pequeño yo de hace unos años

soñaba con ser un futbolista

que cambiara los parámetros del fútbol mundial,

aunque también rozaba las nubes con sus dedos,

creyendo ser algún tipo de superhéroe.

Me sumergí en las palabras de mamá

y me embarré con las enseñanzas de papá desde que tengo memoria.

Siempre fui un poco adulto para la vida,

sobre todo ahora que soy un poco más grande.

"Vos sos como un bosque gigante, creciendo siempre, lejos de tanta tala indiscriminada"

me dijo una chica a los 18 años.

Por supuesto no sabía de que hablaba,

que sutileza más grande para describir quien soy,

cuando todavía no lo era.

Me empecé a convencer,

a verme como un salame que se llena de ilusiones los bolsillos

y de sentimientos el pecho.

Cómo alguien que se enamora

siempre, de los momentos.