Formas de amar

Falta de amor.

No quiero más maltrato. No quiero más dolor. Estoy llegando a un lugar muy oscuro dónde el dolor es muy pulsante, permanente y fuerte y, por lo menos, hay unos meses que me importan. Estoy quieta en la cama buscando un reconocimiento de esas personas con quienes estaba construyendo el mundo y se fueron por mentiras y con mucho maltrato de por medio, se fueron.

Ese santuario, ese lugar seguro en un mundo irremediablemente confuso. Mi pequeña ohana. Mis compañeros con quienes nos deprimiamos y llevabamos comida a su casa a las 12 de la noche. Esos amigos que no les importa que estés peleado, si hay un riesgo van a arriesgarse para rescatarte. Van a entregar algo muy importante de su mundo para salvar a sus amigos. De eso de trata un abrazo. Y ya siento que estoy delirando.

Esa pregunta por el otro, desde mi abuela en cáritas hasta una canción de BEP que nos exige que miremos al otro, que le está pasando algo y lo hacemos desinteresadamente, aunque nos salven cuando nos miran. Aunque nos salve un abrazo, una pavada, cualquier forma de amor. Desde la guerra a un abrazo ¿dónde está el amor?

Ya no se trata del futuro por que hay ninguno. Por lo menos, por un rato, me gustaría volver a construir mi mundo con amor. Por más que sea mentira, una cápsula del tiempo al costado del camino e irme con la conciencia de que en algún momento de mi vida, tuve eso en sendero.

Se podría escribir algo sobre los símbolos culturales, libros y películas dónde las personas encontramos amor y formas de amar.

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