Fluye el tiempo.

...

Solo cuando mi sueño duerme, yo estoy en vela.

A punto de cumplir, en años, mi sexta decena más uno, he de ser consciente de que hace mucho que disponía de esa cifra y que hoy ya no puedo contar con tanto.

Ya me queda por vivir menos de lo ya vivido, así que lo que tengo no son sesenta y uno, sino bastantes menos.

El tiempo se nos escapa como agua que se pretende, con una mano, agarrar del río; entre los dedos.

Nadie sabe de lo que puede quedarle en el bolsillo cuando se habla de tiempo. Solo es seguro, si se hacen bien las cuentas, lo mucho o poco, tan relativo, que se ha vivido.

Ahora y siempre, lo que cuenta, lo que hay en nuestro cajón de sastre, es lo que está todavía por vivir.

Soy más viejo que nunca.

Y jamás seré tan joven.