Floripondio
Oct 17, 2025
En la calle de tierra de mi barrio hay una humilde casita con flores de floripondio. Mis ojos se llevan cierta dicha cuando se acaba la lluvia y el rocío las adorna, sin prisa ni pausa salen a bailar con un leve viento, entonces se convierte en dulces señoritas viviendo un instante de tertulia.
De faldas rosadas y perlas claras, éstas flores bendicen tus ojos y te invitan a acercarte a observar aún más; se puede ver por debajo de sus faldas y más de uno habrá cedido para contemplar más allá.
Pobre de aquel que plante su cara entre ellas, su gracia no es indistinta a la de una sirena a mar abierto; una vez que te tiene en sus manos te regalará un viaje eterno.
Bendita sean sus fauces, dulces floripondios; quien pudiera llevarse a cualquiera que las perturbe de su existir.
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