Florestas en la luz

Las noticias no se dieron ese día, así que obvio una tiene que recurrir a otros medios. Por ejemplo, el gugul. Aquella plataforma decía que la temperatura no iba a pasar de los 30 grados, pero al igual que la otra vez no se sienten ni cerca los 50.

Quién diría que sin sol y después de lluvias uno sentirá más fuego que febrero. Gracias a dios, alguien se le ocurrió inventar el ventilador y el aire acondicionado. Mejor si están de ofertas, solo así uno tiene acceso y, a veces, no. Hasta diríamos con el mes. Pero bueno Edel qué le wuamos a hace' dije que tenemos que salir a laburar sí ya sé que no me tengo que quejar si hay que trabajar hay guita y si hay guita hay comida. Y si hay comida hay laburo que mantener, kioskos que abrir, escuelas con chikis que enseñar.

¿Y vos Edel no vas a laburar? Ah, acordate amor que tenés que cambiar el cable del aire. Déjate de joder si te dije que hay que darle mantenimiento las cosas ya no duran tanto como antes queridoooooo. Vaaaaamos qué te cuesta cambiar el bendito cable y ya ¿Plata? Pero si por algo también te doy unos mangos cada mes, encima que me cobras demás el servicio ¡Señor! No sé para qué te discuto si solo te rascas los huevos. Imagínate que todas las instituciones hagan lo mismo, no habría laburo, ni comida, ni escuelas. Es más, tendría que mandar a la casa a los chikis con semejante calor que hace ahora. Dale ponete de pie. Déjate de joder Edel no me digas eso que lo harás cuando la temperatura baje si hasta los albañiles del barrio están laburando bajo la luz ¿Que, qué te reís viejo? ¿Qué acaso me ves con cara de trapo?

—¿Puedo decir sí? —dijo temblando hasta carcajearse.

Y encima Laura, mí marido recién a los tres días se digna a cambiar el cable ¡Justo cuando la temperatura bajó! Pero bueno, ya no hay calor. Hasta la próxima semana roguemos que no.