Cuándo la noche acecha al escrúpulo
De la ternura de mí único murmullo
Lo único que puedo hacer es callar
Guardar la calma y esperar hallar
Realidades que no existan más allá.
Cuándo el día arde en el calor atenuante
Siendo cruel y hondamente sofocante
Pierdo las razones y me vuelvo delirante
Exhibiendo mis heridas por amarte.
No hay una cosa más errante
Que sufrir sin intentar sepultarte
Sin penas digo que no estás más
Y no pienso seguir esperandote.
Me he vuelto cautelosa con las ideas
Siendo ansiosa de las falsas promesas
Decepcionandome de tus mentiras
Pero que más podría esperarme de
Alguien sin penas y sin vergüenzas.

Karla Herrera
Me gusta navegar en mis emociones a través de las palabras, escribo por qué vivo y no hay nada que disfrute más que capturar todo en letras.
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