final de enero

a veces, me quedo embobada mirando tus ojos, porque cuando te he derrotado con mi amor se te ponen de una forma muy bonita, como si en tu mundo solo existiera yo y eso fuera fascinante. y me derrotan a mí. me gusta simplemente observar la forma en la que hablas y mirar cómo cambias la voz al contar algo, cómo mueves los brazos, cómo sonríes. me quiero aprender todo tu lenguaje corporal por si algún día no estás y te puedo recordar en los gestos de otra gente.

alguna vez estuviste abrazado a mi pecho mientras te acariciaba la espalda y te cantaba en susurros mis canciones favoritas para que te quedaras dormido.
alguna vez, me has mirado con tanto sentimiento cuando lo estábamos haciendo, ya sea arriba de mí o entre mis piernas.
alguna vez, en las madrugadas de fiesta, todo desaparece y nos decimos cosas bonitas como si mañana no existiera.
alguna vez, hemos mirado las estrellas, y me he permitido ser lo más yo posible, desordenada y sin tener mucho sentido, y a ti nunca te ha parecido mal.

y en esas veces me pregunto si para ti, esto es especial, o solo un recuerdo más. no sé mucho del amor, no tengo muchas experiencias, y ninguna es muy buena. no sé si esto es una conexión realmente hermosa, porque para mí lo es, pero tal vez esta magia que yo siento es tan solo un invento mío. me parece todo tan intenso que siento que mi amor se va a materializar, que me van a crecer flores del pecho y nos van a rodear y el mundo va a parar de girar.
pero nunca lo hace, y nunca podré saber si de verdad existe. nunca lo sabré.