Me miro al espejo y me pregunto:
¿cómo se enseña a un cuerpo a olvidar?
¿Cómo le explico a mis manos que pueden rozar otra piel
sin sentir que traicionan la tuya?
⠀⠀
No hay anillo, no hay promesa,
solo el eco de un pacto que nunca hicimos,
pero que mi corazón sigue cumpliendo
como si fueras a volver.
⠀⠀
Quiero amar,
pero mi pecho es un campo minado
donde cada caricia se siente como un paso en falso,
donde cada beso me grita tu nombre
aunque mis labios pronuncien otro.
⠀⠀
Mi sistema nervioso no entiende de despedidas.
Se aferra a tus memorias como si fueran raíces,
como si dejar de extrañarte
fuera una forma de arrancarme de la tierra.
⠀⠀
Pero vos seguiste,
y yo… yo sigo siendo ruinas.
⠀⠀
Decime, ¿cómo se le explica al alma
que amar de nuevo no es traicionar?
Que soltar no es olvidar,
que también merezco latir sin miedo,
que merezco existir sin ti.
⠀⠀
Tal vez un día mis manos se acostumbren,
tal vez mi piel deje de confundirse,
tal vez mi corazón entienda
que no hay pecado en volver a querer.
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