mobile isologo
buscar...

festín del alma 𓆸

Oct 29, 2025

106
festín del alma 𓆸
Empieza a escribir gratis en quaderno

Sigo buscando la grieta en el fruto,
la rendija por donde se filtra tu aliento.
Todo lo demás —la razón, la calma, el juicio—
se marchita frente al olor
de tu piel abierta.

Eres una granada suspendida en el aire,
una herida dulce que me llama con su rojo secreto.
Tu cáscara, firme como un límite,
me reta.
Y yo, temblando, muerdo.

Probarte es quebrar la ley del mundo,
es morder la frontera entre el hambre y la fe.
Tu jugo —espeso, sagrado, escarlata—
me mancha las manos,
me nombra culpable y bienaventurado.

Eres un altar y una víctima,
una oración que se dice con los dientes.
Cada palabra que pronuncio
me acerca a la locura de conocerte,
a esa fiebre donde el amor
deja de ser ternura
y se vuelve rito.

Porque amarte es devorarte,
y devorarte es creer.
Tu carne no es solo cuerpo:
es un fragmento del universo,
un eco del primer fuego,
una chispa que recuerda lo divino.

Me causa hambre oír tu voz,
hambre que no se sacia con pan ni con aire,
sino con el pulso tibio de tu sangre secreta.
Eres la fruta que sangra sin morir,
la diosa que se abre para enseñarme
que la belleza duele,
que la pasión es un cuchillo lento.

A veces creo que te sueño:
que eres un espejo hecho de deseo,
un pozo donde caigo
una y otra vez
sin fondo ni retorno.

Pero estás ahí,
en el temblor que deja tu nombre,
en la cicatriz que brilla bajo mi lengua.
Y cuando vuelvo a morder,
cuando dejo que tu esencia me llene,
entiendo que el amor es también hambre,
y que el hambre —si es pura—
es una forma de rezar.

Así te nombro:
Granada de los cuerpos,
corazón de la fiebre,
mandíbula del cielo.

Probar tu carne
es probar a Dios.
Y mientras me mancho de ti,
mientras el mundo se disuelve en tu sabor,
sé que no hay salvación ni remedio,
solo el milagro
de seguir comiéndote
sin saciarme jamás.

ㅤㅤ

Comentarios

No hay comentarios todavía, sé el primero!

Debes iniciar sesión para comentar

Iniciar sesión