Extraviada

Esta vida no es para mí,
en este mundo no encajo,
las horas se deshacen en mis manos,
y mi paciencia se diluye como el agua entre los dedos.
Anhelo algo que se me escapa,
un sueño que parece siempre más lejano,
mientras mis días se disuelven en la espera,
trabajando por un futuro que se desvanece.

Mi cuerpo ya no me reconoce,
y mi alma camina,
arrastrando una tristeza que no se quita,
un eco de nostalgia que se instala en cada rincón.
Ya no sé si busco o me pierdo,
si lucho o me dejo llevar
por la corriente que me arrastra,
lejos de lo que alguna vez creí posible.

Quizás soy un alma extraviada,
en un mundo que no entiende mi ritmo,
pero en mi pecho aún late un suspiro,
un deseo, tal vez,
de encontrar algún lugar
donde mi ser pueda descansar.