Excusatio non petita.

Sé que las apariencias...

No soy arrogante. Escribo porque amo escribir, no para demostrar nada. Escribir, eso sí, podría ser un acto masturbatorio, íntimo, tan solo para uno mismo, pero la escritura tiene la particularidad de que es un acto con el que comunicarse; con uno mismo y con quien sepa y quiera leer, o escuche lo que alguien lea.

No pretendo ir de intelectual ni de listo ni de ser mejor estudiante. Hago por el placer de hacer. Comparto por gritar al mundo lo que veo injusto. Me enseño en palabras por regalar historias que quizás a alguien entretengan un rato.

Necesito escribir.

No sé si también necesito que lean.

Me gusta, no hay duda, tener un público que se complace en mirar mis textos, pero la dicha fundamental está en componerlos. De hecho, por eso mismo va naciendo esto.

En fin, que da igual lo que piensen los mal pensados al respecto.

En general nadie conseguimos nada poniendo verde a quien no está presente, salvo mostrar la parte contante de mala baba.

No hace falta que sean benévolos.