et la vie est maintenue

trato de ver

el color de nuevo

en las cosas que no tienen tu nombre

pero me cuesta, me destaja

aunque pese a todo

de qué mí cabeza me pida

que estalle y tire todo

mí cuerpo me lleva, me obliga

a honrar esa esperanza

que tan dulcemente me legaste

las mariposas, hoy negras

azabaches

perdieron ese tornasolado

que me hacía sonreír

cómo no lo hago hace tiempo

veo las hojas del sauce

temblando como yo

ante el frío estertor final

que no llega, como si llega

el empujón del sol

que me mima aunque no lo merezca

aunque penando no consiga nada

penando me quedé

y pese a que todavía el color se me escapa

trato de ver

de forzarme a encontrar

otro día, otro lado donde reposar

sabiendo que no podré romper la espera

deshacer el altar

solo me resta pedir perdón y seguir

aunque no haya camino, sin conocer

quien será el próximo en cruzar esa avenida

si seré yo o el fantasma que hoy habito

siento el verde del pasto, contra mis dedos

no sera el mismo, ni estaré acompañado

pero si le rezo, de vez en cuando

a mí orquídea azul

quien sabe y encuentre un periplo

donde ahogar mis pecados

hundiendo mis versos oscuros

encontrando el fulgor perdido

ya no en vos ni en nadie

solo en mí, en el templo de amor

o desamor

en el que acá me encuentro

buscaré sin buscarte

sanar las memorias

en este parque vacío

donde los ecos me arrullan

y me hacen recordar

que los recuerdos hoy

son mí único manjar

sabiendo que no encuentro

esos ojos esas pestañas

donde recrudecen los lamentos

lo único que los detiene

es tu canto, sobre una sala de espera

que alguna vez

espero vuelvas a visitar