Estoy gritando aunque nadie pueda escuchar

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No parecerá nada pero es uno de los textos más heavys que tengo. Lo escribí en unos condiciones escabrosas. Esa sensación de entender que nunca fuiste nada que te tendieron una trampa. Ese abismo que no me animo a enfrentar porque sé a dónde lleva. Si alguna vez lo ves te diría que lo leas con cuidado pero tuviste cuidado alguna vez vos conmigo? Jamás. Un medio para otra cosa. Pero no se trata de vos. De trata de mi y de como soy. Que trato de cuidar como puedo a mi gente y a cualquiera en general en tanto derechos humanos básicos. A veces pienso que siempre fui tu enemiga.. semejante traición, maltrato y destrucción del futuro. Tanto el arrebato a la dignidad. Ser una cosa. Es terrible. Se me desbordan las lágrimas mientras apreto los ojos tratando de resistir lo inevitable. Hoy me di cuenta que no iba a poder bailar más asique bailé un rato sola y me hizo ligermente feliz. Imaginate darte cuenta aue todo lo aue había ud hacer era hablar, era la conciencia. Imaginte el asco y desagrado y sentirte con el espiritú de vivir violado para siempre ¿cuántas veces? Es un dolor que lacera y retuerce la sangre. Entenderme.

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ESTOY GRITANDO AUNQUE NADIE ME PUEDA ESCUCHAR

El invierno no empezaba pero vos ya mostrabas el frío detrás de la máscara. Tus pies helados cruzaban la puerta de la oficina y dejaban un camino escarchado uno y otro mediodía. Buscabas cualquier excusa para pelear. Tu tono empezaba a subir. Me humillabas con tres gestos en la nuca, al otro día con dos, al otro con uno ¿caricias?. Nunca me voy a olvidar de la cara que ponías. Una mezcla entre muerte y resignación, los ojos perdidos. Una extraña sensación de desnudez mental. Todavía no lo puedo explicar. Ni una palabra decías. Ni una palabra más:

No quiero escucharte hablar de crueldad. Estoy gritando aunque nadie pueda escuchar.

Nos fuimos caminando unos días antes de esos días. Te expliqué lo que me estaba pasando. Mientras esperaba que me atienda la contactóloga estaba súper, hasta que las emociones invadían la cabeza violentamente, sin entender por qué. Empujando la tierra húmeda, como zombies que aparecían sin aviso, los sentimientos cruzaban la sinapsis para definir algún doblés en el estómago y tomaban forma de palabras. Una línea recto que aparecía súbitamente en mi la mitad del cuerpo y ascendía por las entrañas hasta convertirse en palabras. Nunca lo había vivido así. Yo iba y te reportaba todo. Vos tomabas nota como un científico de laboratorio. Fingías sorpresa con las consecuencias de tu desorden premeditado y lo usabas a favor sin una gota de horror. NO QUIERO ESCUCHARTE VOLVER A DARME UN DISCURSO SOBRE LA CRUELDAD. ESTOY GRITANDO AUNQUE NADIE PUEDA ESCUCHAR.

Todavía no puedo ponerle palabras a ese dolor tan profundo que atraveaba mi línea temporal. La objetivación que roza las heridas de la mitad de la humanidad. Criadas para callar y servir. Si habla no es un objeto, si resiste no sabe como luchar con las gotas de traición adentro, si reacciona siente dolor. ¿VAS A PARAR? ESTOY GRITANDO AUNQUE NADIE PUEDA ESCUCHAR. NO ME VUELVAS A HABLAR DE LA CRUELDAD.

De afuera un cuadro que te ayudé a pintar, en el que todos no veían (veíamos) más que tu generosidad. De adentro un espejo dónde nuestra histórica pelea se llegó a reflejar. Hermione ardía de rabia. Mafalda tenía los ojos en V con un trazo que agujeraba el papel. Tereshkova te miraba desde el firmamento. El hombre más pequeño que jamás haya existido jamás. Quería aplastarte como a una pulga. Estaban perdidas en el desorden que perpetraste y no podían salir. Cada martillazo era como un terremoto que desordenaba todo. Temblores progresivos que dejaban el intento de orden de cada tregua en otro lugar. Mi estructura psíquica se había transformado en migas de pan dentro de un tambor de batería. Nada se sentía peor que tener que volver a trabajar otro día. Las atribuciones al laburo en comercio. Obvio. Vos, intocable. Pero la verdad es que era una rana en agua caliente. Cuando trataba de huir estando ahí, usabas mi disposición a recuperar lo que sentía que había perdido, un amigo, para bajarme otro escalón al infierno, cómo el día en que me diste ese maldito cuento (insististe varias veces en la jornada... Qué escribí un cuento, que te la literatura, que el cuento.. hasta que caí y pregunté ¿me lo querés mostrar? Hasta un poco fastidiosa, yo todavía estaba de finde largo en Pinamar, pero vos sabías que de ahí me tenías que sacar. Fue la luz más grande que ví antes que las nubes de la tu humillación y mi verguenza nublen el panorana por completo) "me encanta que mis amigos me den cositas para leer. Obvio que te leo y hago la devolución amigo. Gracias" dijo la ilusa que seguía asumiendo la mejor intensión, esa que decías todo el que no importa. De los lugares que importan trabajás para sacar la atención. LÁGRIMAS DE RABIA TE GRITAN QUE TE VAYAS VOS AL INFIERNO. YO ACÁ VENGO A TRABAJAR. NO QUIERO ESCUCHARTE HABLAR DE CRUELDAD.

Al tercer día me fui caminando sola escuchando música, tratando de entenderte. Cuatro, tres, dos, uno.. podía contar tus gestos. Podía entenderlo como alejamiento progresivo. Estaba bien. Entiendo. ¿Por qué pensarlo me hace tan mal? Mi forma es el corte limpio, la de él la progresión. ¿No?. Dijo un cerebro roto y un corazón ingenuo repleto de buenas intensiones igual que todos los de la humanidad y mis amigos (pero claro!): hay que entender las distintas formas del am... Un retorcijón en la panza atacó mi caminata. Detuve la respiración. La idea de dejar de existir que aparecía en la cabeza seriamente por primera vez en la vida. Tengo graves problemas ¿qué me pasa? ¿El resultado de la luz de gas constante hasta matar el criterio, las criticas a cada aspecto de mi manera de existir y tratar de relacionarme? Debe ser otra cosa.. La luz de de gas apoyada en mi tendencia,a veces menos a veces más, a escapar y retarasar lo que en la realidad genera dolor. Son las consecuencias de abusar así de una persona. El abuso reacciona con lo peor de cada una. Las manipulaciones siempre se apoyan en los defectos de uno/una.

Manipulaciones que salían de la misma boca que me a veces me aconsejaba como nadie y me trataba con amor. Disonancia cognitiva ¿Quién puede sostener tal perversión? Como quién no quiere la cosa, con la pulsión de vida todavía viva, el fuego aún ardiendo, empecé a caminar más rápido. Pude sentir los latidos del corazón con la llama de la vida, llegué a casa y abracé a mi amor. Caí rendida. Estuve a punto de contarle pero no lo hice. Me sentía asustada. Me sentía confundida. No sabía de dónde venía.

El despertar regulado con presición de cirujano. A medida que se aleja aparece la conciencia. A medida que se aleja el martillo en la cabeza se aleja el brazo que martilla, se aleja la persona que merece su merecido. La tierra deja de temblar. El cielo se empieza a despejar. De a poco se puede ordenar el desastre. Las conclusiones que se mueven a la medida de tu salto en el océano. La culpa atenta contra la conciencia en la medida de tu campaña de difamación. Se va y queda la bronca de las agresiones sin respuesta, de las traiciones sin justicia, de las palabras sometidas, las disposiciones traicionadas, las reacciones dominadas, las trailusiones perpetradas, las agresiones gratuitas, las objetivaciones confusas, tu ego flotando en el aire sostenido en mi humillación laboral, las utilizaciones, las proyecciones, las psicopateadas, las mentiras, las instigaciones, el hostigamiento, el goteo de provocación, el abuso de los botones de dolor, los relatos perpetrados sobre la base del goteo de la destrucción invisible de la psiquis. Los abrazos que se sintieron como insultos. Los insultos que se sintieron como abrazos. Lo que no se puede registrar porque es demasiado... hasta que aparece todo junto por algún lado

ESTOY GRITANDO AUNQUE NADIE QUIERA ESCUCHAR. NO TE ATREVAS A DAR OTRO SERMÓN SOBRE LA CRUELDAD. ESTOY GRITANDO