Estoy en huelga con los hombres de mi pasado
Con los buses que nos tildan de vagos y maleantes
Estoy en contra de la educación
Reina la anarquía en mi corazón
Te estás apoderando de mi
De mis aposentos
Y en un segundo todos mis recuerdos parecen haber sido escritos por el mismo autor
Por ti, mi señor
Gobiernan los irreverentes
Las leyes se escriben con una mano que las describe con insolencia
He dejado el café por algo más fuerte que la cafeína,
Por la droga más fuerte que he degustado
Por ti, mi señor
No quiero escuchar música comercial
Ni grabada en un radiocaset
Quiero grabar mis propios versos en el cielo de tu boca
No puedo más con el estúpido sonido de las hojas al pasar
Porque no quiero pasar un solo capítulo sin recordarte que esta es también mi historia
Estoy en huelga con los hombres de mi pasado
No los quiero, no los escucho, no los recuerdo,
Mi almohada es una sátira de sus mentiras
Es un mar de dudas
Quiero gritarle al planeta entero
Quemarlo en su totalidad
Pero temo que cuando empiece se haga de noche y en el otro hemisferio reine la oscuridad
Voy a derramar mi sangre por tus papilas gustativas para que sepas de que estoy compuesto
Voy a perseguirte hasta que decidas si prefieres esperar al transporte público
O secuestrarme en la última parada
No puedes escapar de lo que eres
No puedes esquivar la nostalgia
No sabes olvidarte de mi
Somos inmortales en el recuerdo
En lo cognitivo
Hasta que mueren todas las almas que conocemos
Somos la arena en el desierto
Polvo de estrellas
Somos cómo los autobuses de color rojo
Y estamos en huelga en contra de todos los hombres
Que nos tildan y humillan de reojo
Estoy perdiendo la esperanza
Mi paciencia está en un cofre de monedas ahogándose en el fondo del mar
Todos los hombres que conozco están conspirando contra mi
Han llevado la huelga a la casa de moneda y timbre
¿Dónde están los policías?
¿Han acudido a la comisaría de los sentimientos?
Prefiero que me detengan
A perder otra oportunidad de subirme a los autobuses de color rojo
Prefiero que me devuelvan a ti
Antes que dejarme aquí
Sin ti, mi señor
Buscando cobijo en tus entrañas
Prefiero que me dejen subir de nuevo al autobús
Y me alejen de los hombres de mi pasado
Dumpatrick
Hola, me llamo Patricio, me gusta escribir y encontrarme mientras escribo. Ojalá encontréis algo que os haga sentir vivos mientras me leéis
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