por primera vez el silencio me hizo ruido,
me dejó sorda y sentí frías las manos.
tu voz no ayuda y, a la vez, sostiene todo.
no sé qué decirte, me tiemblan las ideas.
si postergo más, reviento,
pero cómo explicar lo que solo me jode la mente a mí.
me da miedo ser tan terca, tan vacía,
no tener claro cómo decirte:
sos tan importante para mí
que tu ausencia es la única que me importa.
cuando te siento lejos me lleno de sueño,
no quiero mantener conversaciones ajenas.
y confesar que nunca fui buena hablando,
explicando, solo delirando en mis comunes caobas.
trasladando palabras como quien atropella una bolsita,
que se impregna, más no se suelta ni frenando de golpe.
capaz para vos soy otra rísa nocturna,
de esas que te sacuden los oídos un rato, pero solo eso.
no creo que así sea, no siento que no te importe.
sé que hay un algo que te interesa,
tanto, como para no soltar este vacío sonoro
que a ambos nos está costando tragar.
antes eran cómodos, disfrutables,
hasta quedarnos dormidos a través de la pantalla.
ahora me aplasta con dudas, ¿qué hice?
¿fue mi culpa? ¿fui quien te alejó?
y me maldigo bajito, como si no supiera mis secretos,
para no terminar de olvidar que siempre quise estar presente.
mentí. sí sé por qué me importa tanto.
pero no podés saberlo, aunque quizas lo supongas,
porque nunca se despejan las nubes del todo.
y es mi culpa, eso sí, por no entenderlo.
yo también te quiero. mucho.
así como quien pide el mismo sabor de helado siempre,
como el que poco le importa esperar en la fila por un juego,
quien disfruta la misma canción de su playlist en bucle
y se lava el pelo con el mismo shampoo de rico olor.
nunca voy a atreverme, me da miedo ser del todo sincera.
cuando quise serlo, me devolviste las preguntas,
me difuminaste las respuestas y lo pintaste distinto,
nunca me diste la razón a lo que percibía, y me tiró para atrás.
en mucho tengo la culpa yo, si así lo pensas, sí.
no puedo arrimarte a que me digas lo que quiero oír,
tampoco lo harías, lo sé porque yo sí te escucho.
me gusta oír cada palabra, cada sueño
que se forma entre tus labios rosados.
por eso digo que te quiero, porque de nadie más me importa así.
pienso que tenemos distintos conceptos de las cosas
y eso me detiene a ser quien abre la boca.
mejor apago la cámara, miro el suelo,
me saco el esmalte con las uñas y sigo viajando
en todo lo que nunca vas a ver como yo;
porque siempre te escribí poemas etéreos,
un cuaderno entero de sentimientos plasmados,
pero esta vez te defraudé de alguna forma y no me gusta,
porque éste no es un escrito bonito.
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión