Verano intenso.
Reviví el día en que tus ojos me vieron, siempre existió ese anhelo en mí, ese de ser vista.
Tu mirada alcanzaba hasta esos rincones que yo creía cubiertos por cemento, ese al que lo llamé miedo, temor.
[Me] crecieron flores. Yo parecía un jardín, tu jardín.
Primavera eterna.
Llega el otoño.
Mis hojas se resecan, se quiebran y caen. Te abrigás, te falta calor, nos falta calidez.
Invierno muerto.
Un jardín deshabitado, seco, descuidado.
No existen colores vivos desde que dejaste de venir, de pasar a mirarme y regarme. Nadie me ve. No hay más flores, ni siquiera crecen de mi tierra. Tierra seca, árida. Entierro mis manos, con furia, ¿Escarbando qué? ¿Buscando qué?
Buscandote.
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