Y anulo cualquier deseo de venganza
me retracto en mis palabras mudas
el recuerdo de una mente en pena que
refleja sus sueños cansados
y sigue cumpliendo condena
Revoco cualquier decreto existente
de amarte como barco a la deriva
de haber perdido lo que no fue mío
Y haber creído en lo que no existía
He guardado mi fé y mi templanza
la fortaleza que creía perdida
es un reflejo sucio e insensato el quererte
y un constante arrepentimiento en vida
Con cinismo arranco tu espina de mi piel
he quitado tu veneno de mi alma
censuré todo recuerdo palpitante de ti
y clausuré ese sentimiento maldito
Ya lloré las promesas marchitas
Ya exprimí de más el llanto
Nos dejé congelados en el tiempo
En un invierno que no tiene verano
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